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El descubrimiento de Australia

La entrada de hoy se basa en una moneda conmemorativa de 200 escudos que sacó Portugal en 1995 como parte de su VI serie. En ella podemos ver una reivindicación de ser los descubridores de la isla más grande del continente oceánico.



¿De verdad también fueron los artífices? La historia oficial nos dice que el honor de ser el primero en reclamar la costa este de esta tierra fue el Capitán James Cook en 1770, en nombre del Rey George III. Efectivamente, así fue, cuando Cook regresó a Gran Bretaña de su viaje afirmó ser el primero en haberla descubierto y reclamado. Aunque lo primero no supuso problemas, su primera afirmación, ser su descubridor, levantó fuertes críticas por parte de los cartógrafos más importantes de su tiempo, entre ellos de Alexander Dalrymple. ¿Por qué? ¿Qué pasó?

En 1642 el holandés Abel Tasman partió desde Java con el objetivo de descubrir la famosa Terra Australis, para ello aprovechó los vientos monzones para dirigirse hacia la isla de Mauricio y, desde allí, orientarse a rumbo sudeste aprovechando la corriente de Agulhas primero y la Antártica con sus vientos del oeste después. Con este rumbo prácticamente recto divisó las islas de San Pablo, Ámsterdam Las Kerguelen y finalmente la isla que llevaría su nombre, Tasmania. Cualquier marino experimentado sabe que navegar por la latitud 40ºS es tremendamente peligroso por los fuertes vientos y corrientes que se desarrollan, una vez allí no es sencillo aproarse al norte hasta llegar a las islas de Nueva Zelanda. Tras arribar a ellas pudieron dirigirse al noroeste, bordeando Nueva Guinea y, por fin, el puerto de salida, en Java. El viaje había durado un año.

Primer viaje de Abel Tasman (1642-1643).

En 1644 dirigió una segunda expedición mucho más corta con el fin de estudiar más profundamente las tierras divisadas en su primer viaje, de esta vez enfiló hacia Nueva Guinea, para explorar su costa sudoeste en busca de un paso hacia el Pacífico. Si no aprovechó el Estrecho de Torres, descubierto hacía 40 años, fue por por desconocer este descubrimiento y aceptar la creencia popular de que en realidad todo lo descubierto era parte de la isla de Nueva Guinea. Se dirigió entonces a la actual Península de York, bordeando toda la costa noreste hasta regresar a su base en Java.

Segundo viaje de Abel Tasman (1644)


 Como vemos, Cook no había sido el primero en descubrir Australia, 130 años antes ya se le habían adelantado y gran parte de la costa australiana había sido ya cartografiada.

Mapa de Abel Tasman en el que cartografió gran parte de la costa australiana, de Nueva Guinea y Tasmania, que él consideró como una única tierra. Se observan también al sudeste las costas occidentales de las islas de Nueva Zelanda.

¿Qué hubo antes de Abel Tasman? Es necesario que nos remontemos a casi dos siglos y medio antes, años en los que Cristóvão de Mendoça refiere una expedición en 1522 desde Goa en busca de las “Ilhas do sul”. No hay datos claros sobre el viaje, pero en 1524 sus naves se encontraban cerca del Cabo de Buena Esperanza, dos años de viaje y las corrientes circulares del Índico posibilitarían que hubieran llegado a la costa occidental de Australia. Un año más tarde, según McIntyre en su libro “The secret discovery of Australia: Portuguese ventures 200 years before Captain Cook”, otro portugués, Gomes de Sequeira, arribaría también a las costas australianas en el máximo secreto. De estas primeras expediciones presuntamente datan unos cañones encontrados en una excavación arqueológica en la isla y demuestran que los portugueses sospechaban la existencia de tierras al sur de sus bases en el Índico, lo que no es muy aventurado dado que por esta zona controlaban innumerables colonias y por tanto conocerían bastante bien la zona.

Uno de los primeros portulanos de la costa australiana, llamada Java La Grande, datado en 1530/1536. Nótese el hemisferio que divide el mapa y que indica la separación entre los territorios que estarían bajo la Corona de Castilla y aquellos del Reino de Portugal.


Cabe preguntarse por las razones por las que no declararon haber llegado a la Terra Australis si así había sido. La respuesta está en el famoso Tratado de Tordesillas, por el cual estarían pisando territorio de dominio español, así que estos viajes fueron mantenidos en el máximo sigilo y Australia continuó siendo desconocida para el resto de europeos. Uno de los expertos mundiales en códices, el ourensano M. Moleiro, ha reproducido varios de estos mapas, siendo innegable que los portugueses habían visto esa tierra.

España desde 1492 estaba enfrascada en explorar el nuevo continente americano e ignoró durante un tiempo los rumores que sucedían sobre la existencia de la Terra Incognita. Tras el logro de Magallanes varias expediciones partieron de las costas americanas para explorar el Pacífico, descubriendo las islas Salomón, Las Marquesas, Guadalcanal o Vanuatu. En 1606 Luis Váez de Torres, marino de probable origen gallego, partió del refugio en Vanuatu con destino a Manila, dejando la isla ya conocida de Nueva Guinea a estribor; tuvo que ver irremediablemente a su borda de babor la Península de York y un paso estrecho que demostraba que Nueva Guinea y las tierras del sur estaban separadas; ¡era la prueba tanto tiempo buscada!

El por qué este evento no fue dado a conocer inmediatamente nunca lo sabremos; a su llegada a Manila prácticamente toda la tripulación desapareció misteriosamente y los pocos documentos conservados fueron guardados sin más en los Archivos Españoles junto con muchos otros informes que hablaban de una nueva tierra en aguas del Pacífico.

Representación de la singladura realizada por Torres en 1606, el estrecho por el que pasó en realidad sería el que hoy se llama Estrecho de Endeavour y por el cual tuvo que divisar la línea de costa de la Península de York.

Detalle aumentado del Paso de Torres en un mapa actual.

Retrato oficial de James Cook
Estos documentos españoles y los mapas lusos fueron recuperados entre 1762 y 1765 a manos del hidrógrafo británico Alexander Dalrymple, de alguna forma James Cook consiguió acceder a ellos y con un completo informe y portulanos con los que poder navegar toda la zona, en 1770 Australia pasaba a manos de la Corona Británica. España y Portugal estaban en plena decadencia y no pudieron oponer nada, sin embargo, sus exploraciones fueron las primeras que se aproximaron a Australia y sin ellas James Cook jamás podría haber "llegado y besado el santo".

Más curioso es que Holanda no reclamara en su momento la titularidad del territorio; por desgracia la vista de las costas australianas debería ofrecer un paisaje bastante desolador y desértico y aparentemente nada que explotar y comerciar que disuadiría de querer hacerse cargo de un secarral. En 1851más de un país tuvo que tirarse de los pelos con la noticia de la existencia de enormes yacimientos de oro con pepitas del tamaño de personas por toda la geografía; hoy la industria aurífera australiana es la segunda más importante del mundo; ¿hace un Australian Nugget?






Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Me alegra volver a leer tus entradas tras las vacaciones,estupendas como de costumbre.Un saludo.Veradia.
Rubén López-Cortés ha dicho que…
Y a mí volver a leer vuestros comentarios.

Un saludo.

Rubén

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