Todos sabemos que Colón y sus tres naves salieron del Puerto de Palos (Cádiz) el 3 de agosto de 1492; pero el primer lugar que tuvo constancia del regreso de esos bravos marinos auspiciados por la Corona de Castilla fue un pequeño pueblo gallego, cerca de la frontera con Portugal, Baiona.
Este fin de semana, como cada año, el pueblo vivió en medio de una fiesta ambientada en siglo XV y yo con ellos. Es uno de mis rincones favoritos para perderme, al que llevo yendo desde bebé y no pierdo ocasión de acercarme siempre que puedo. Fue un 1 de marzo de 1493 cuando arribó a la costa baionesa la carabela Pinta, comandada por Martín Alonso Pinzón y pilotada por Diego Sarmiento, natural de la villa. En conmemoración de este evento que cambió la historia del mundo y haría de España la más grande del orbe, junto con Portugal, cada primer fin de semana de marzo se celebra la Fiesta de la Arribada, de Interés Turístico Nacional desde 2010 y candidata a Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Baiona, a pesar de su pequeña extensión fue considerada un enclave estratégico desde la misma época de su fundación en el 140 AC. Conquistada por Recaredo en 587 y ocupada por los musulmanes en 730, vuelve poco después a manos cristianas por obra de Alfonso I. Gracias a Alfonso IX de León y la redacción de la Carta-Puebla Baiona tomó su actual nombre en lugar del que tuvo hasta entonces, Erizana, y junto a esto, un gran número de privilegios y fueros que hicieron de su puerto uno de los principales de Galicia.
Monumento dedicado a la figura de Alfonso IX y su otorgamiento de la Carta-Puebla
Alfonso XI, debido a las inquinas que tenía con el coetáneo rey de Portugal D. Alfonso IV mandó amurallar el castillo de situado en la península de Monte Boi, dando lugar a la conocida fortaleza de Monte Boi. Durante los enfrentamientos entre Pedro I (hijo de Alfonso XI y María de Portugal –hija de D. Alfonso IV-) y su hermanastro, que sería coronado como Enrique II, Baiona, se vio muy involucrada y afectada por las pretensiones al trono de ambos hermanastros y por D. Fernando I de Portugal, que conquistó gran parte del sur de Galicia como reclamación de sus derechos dinásticos sobre la Corona de Castilla, estableciéndose en Monte Boi, hasta que las tropas castellanas lo forzaron a regresar de vuelta a Portugal.
De esta convulsa época tienen origen unas de las piezas más extrañas y codiciadas por los coleccionistas numismáticos de monedas galaicoportuguesas, los torneses y barbudas de Fernando I con cecas en localidades gallegas. En la foto 1 barbuda de Miranda (Portugal) o Milmanda (Celanova, Ourense), según autores.
Anverso: +SI : DNS : MICHI : AIVTOR : NON :TIME – Busto con yelmo y coronado, con ceca M a la derecha.
Reverso: + FERNADVS : REX : PORTVGALI.AL – Cruz de Cristo con el escudo de Portugal en el centro, acantonado por cuatro castillos.
Consecuencia directa de la Guerra de los Cien Años, los pactos y las mezclas de sangre entre dinastías fue que en 1388, el británico duque de Lancaster arribó a A Coruña con un ejército con la intención de conquistar el trono de Castilla para su mujer Constanza de Castilla (hija de Pedro I); A Coruña, Compostela, Pontevedra y Vigo van cayendo conquistadas, llegando a las puertas de Baiona con 1.000 arqueros consiguiendo, sin derramar una gota de sangre, que las autoridades de la villa se rindan. Lancaster consigue también pactar con el rey de Portugal para atacar al enemigo común y pide al rey de Castilla Juan I, que entregue a doña Constanza el trono. Éste propone mejor el matrimonio de su hijo Enrique III (de 10 años) con Catalina (cuatro años mayor), hija de Lancaster y Constanza, que es aceptada por todos y Lancaster instituye el título de Príncipes de Asturias que ostentarán por primera vez Enrique y Catalina.
De esta breve incursión del Duque de Lancaster se conoce una única pieza de un real de plata acuñado en Coruña y subastado en 2002 por Jesús Vico.
Baiona estaba arruinada después de tres cuartos de siglo asolada por las guerras y no sería hasta 1425, con Juan II, cuando recibiría un fuerte espaldarazo en su economía al ser decretado que su puerto, junto con el de A Coruña, serían los únicos autorizados para el comercio marítimo de mercancías. Pocos años duró esta paz, pues las guerras irmandiñas y las luchas de los nobles por los derechos de sucesión de Juana la Beltraneja frente a su tía Isabel llegarían de nuevo a Baiona de mano de Pedro Madruga, quien en 1474 construyó y fortificó una nueva torre en el castillo de Monte Boi para defenderse de los ataques.
Un año más tarde, los habitantes de Baiona toman partido por D. Alfonso V, rey de Portugal, en su lucha contra los Reyes Católicos. Finalmente, tras un prolongado asedio, el monarca y los baioneses, resguardados en la fortaleza de Monte Boi, deciden rendirse. Aún volvió a intentar cercar sus murallas en 1478 Pedro Madruga, pero se vio obligado a desistir ante las fuerzas reales.
Ya bajo el yugo de los Reyes Católicos, el 1 de marzo de 1493 llegó a las costas de Baiona una carabela superviviente de la expedición que partiera casi un año antes de Huelva, se convertía así en el primer pueblo europeo en tener noticia de la noticia. En 1497, los Reyes Católicos concedieron a los 650 habitantes de Baiona el privilegio de exención de servir en la Armada de Castilla, licencia para emprender por su cuenta la guerra en corso y pasar a vivir dentro de las murallas del castillo de Monte Boi, en adelante renombrado de Monterreal y que actualmente es un parador de turismo. Igualmente, concedieron a Baiona los títulos de Noble y Leal Villa.
Momento de la representación teatral "Arribada do Descubrimento II" en la playa Ribeira
Os espero el año que viene para revivir una vez más la magnífica Historia de uno de los pueblos más preciosos de las Rías Baixas, por si esta entrada no os ha convencido, espero que la entrada que mi novia le ha dedicado al día que pasamos allí y este video promocional por si habéis hecho una buena venta de una moneda y quereis tomaros un merecido descanso con el Atlántico al frente sí lo hagan.
Comentarios
Un placer coincidir contigo el sábado y poder charlar un rato. Seguimos en contacto para ayudarnos en lo que sea.
Pablo
El sábado, por supuesto que fue un placer, desconocía tu interés por esas monedas y espero aprender de ti aunque no sean unas que coleccione; por supuesto ampliaremos con Portugal :)
Seguimos en contacto; un saludo.
Ruben
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