He de reconocer que hasta que no tuve una mínima orientación gracias al blog de Adolfo y al foro Imperio Numismático cometí bastantes tropelías con mi forma de coleccionar; afortunadamente aprendí a tiempo que no merece la pena coleccionar moneda conmemorativa actual, pues el Estado siempre se asegurará que no haya forma de comercializar con estas monedas y, aunque esto al coleccionista no debería interesarle, la realidad es que, al final, el que más y el que menos siempre hace intercambios y/o ventas en las que estas monedas no suelen encontrar mucha cabida. Sé casos de gente próxima a mí que ha llegado a comprar monedas conmemorativas del tamaño de los centenes de metal noble para acabar dejándolas acumular polvo.
Pero siendo honestos debo reconocer la belleza de algunas de estas monedas, y si además le unimos un precio facial, o razonable incluso, uno puede verse tentado a incumplir el principio de comportamiento arriba indicado. Esto sucede con la entrada de hoy, dedicada a la serie de Tesouros numismáticos emitida por Portugal.
Tesouros numismáticos fue concebida en el año 2009 con la finalidad de recrear las consideradas 5 piezas míticas y más deseadas de la numismática portuguesa. Yo me centraré en las 5 primeras por ser mis favoritas, pertenecientes a las primeras dinastías que reinaron en un joven Reino de Portugal que se había escindido del Reino de León en 1139. El trasfondo de la independencia fue, en gran parte debido a los intentos de Alfonso VI por disminuir la fuerza de los nobles de Galicia y condado Portucalense, hasta entonces solamente separados por el río Miño.
Morabitino de D. Sancho II (1223-1248)
Acuñada en cuproníquel y en oro proof y con un valor facial de 1.5€, esta moneda recrea el único morabitino acuñado en oro por D. Sancho II que se conoce hoy en día y que puede verse en el Museo Numismático Portugués.
En cualquier caso, los morabitinos se empezaron a acuñar durante el reinado de D. Sancho I y, con más o menos variaciones en diseño y leyendas, continuaron durante los reinados de D. Alfonso II y D. Sancho II. Fue una pieza que en la época se labró a imitación del tipo, métrica y peso del verdadero Dinar o Morabetino musulmán. A su vez, estas monedas fueron copiadas por otros reinos feudales europeos, fundamentalmente Francia con sus “Franc a cheval”. Las acuñaciones más comunes que se encuentran hoy en día son las pertenecientes a D. Sancho I, y aún éstas son piezas muy raras que en las subastas pueden alcanzar precios bastante elevados; como ejemplo la moneda de la foto alcanzó los 19.000€.
Justo de D. Joao II (1455-1495)
Acuñada también en cuproníquel (aunque en menor cantidad) y en oro proof con un valor facial de 5€, es una copia realizada por Jose Viriato que conmemora aquellas mandadas acuñar por Juan II en su época como declaración manifiesta del orgullo por su país y por los descubrimientos que estaba llevando a cabo, en competición directa con España.
“[…] acordámos de mandar lavrar […] moeda de oiro, cruzados de lei e peso e valia como os que El-Rei meu Senhor e pai […] fez, por ser moeda nobre e rica e mui cursável que por todo o mundo tem crédito e sua valia mui certa”.
Este orgullo es muy comprensible conociendo el gran número de colonias portuguesas establecidas en la época en África y la gran insistencia de D. Joao II a trazar la demarcación del Tratado de Tordesillas a 370 leguas al oeste de Cabo Verde al sospechar la existencia de Brasil, descubierto en 1500 por Pedro Álvares Cabral.
La moneda original está clasificada como de la más alta rareza, y, desde luego, su precio la acompaña, bien por el aura de señorío que la rodea, bien por un precioso y cuidado diseño que fue un éxito en la época.
Portugués de D. Manuel I (1469-1521)
Se espera que durante el mes de noviembre de este año 2011 salga la tercera moneda de la serie, con una tirada en cuproníquel equivalente a la del anterior año y una reducida a 1500 en oro proof.
Equivalente en su prestigio internacional al que gozarían, aunque más tarde, los escudos españoles. Aceptada unánimemente desde Oriente hasta el Nuevo Mundo, esta moneda fue acuñada por D. Manuel I y equivalía a 10 cruzados, una cifra exorbitante para la época que hizo que fuera la moneda de mayor tamaño de toda Europa.
Para terminar, al que le interese la colección completa, que sepa que la serie constará además, de forma reconocida hasta la fecha, de la Peça-1722 “Lisboa” de Juan V y la Peça-1833 “Degolada” de María I
Comentarios
Si además comparamos los diseños modernos con los verdaderos he de reconocer que los grabadores de la INCM han hecho un trabajo fenomenal recreando en detalle las monedas.
Tú lo has dicho, asequibles e interesantes. De toda la zona euro para mí Portugal es la mejor con diferencia en muchos aspectos.
Publicar un comentario