Cuando era más joven y llevaba poco tiempo dedicado a este hobby siempre acababa ojeando mi catálogo por la sección de las monedas acuñadas por la II República Española, unas monedas que siempre me llamaron la atención y que me parecen muy bonitas por su sencillez y baratas de adquirir, incluso en calidades SC. Si las circulantes no estuvieran rodeadas de un conjunto de variantes, pruebas y errores de acuñación, sería un conjunto de monedas de las que seguramente sólo se acordarían unos pocos.
Hace algunas semanas surgieron los 10 céntimos de 1938, gracias al enorme nivel que tienen sus participantes he podido aprender más sobre ella, tanto como para poder resumir las intervenciones a ella dedicadas.
Es una moneda muy rara, de la que yo sólo conseguí ver un ejemplar subastado pero que aparece citado en muchos catálogos normalillos y en alguno de mayor prestigio, como el elaborado por Calicó; con una tirada cifrada en 100-1000 unidades es una moneda que suele venderse por unos 2000€, un precio en el que caen muchas de las pruebas no adoptadas que se hicieron en esta época pero no una moneda circulante que se supondría, a priori, corriente y usada.
Pero en numismática no basta con conocer la existencia o inexistencia de una determinada moneda, es necesario saberla situar en su contexto histórico y, más importante y complicado, conseguir trazar su camino para poder llegar a una conclusión. Los primeros ejemplares encontrados fueron por los años 80 del pasado siglo, razón suficiente para que muchos las pongan en cuarentena. El que esté elaborada sobre un metal pobre como el hierro está en consonancia con la época; en plena Guerra Civil y con el gobierno legítimo recibiendo varapalos en uno y otro frente por parte del bando nacional no se podía estar pensando en acuñar una moneda fuerte. Pero lo que más extraña y hace dudar de su autenticidad es el diseño que tiene.
Pruebas de diseño para el nominal 10 céntimos, finalmente no adoptadas. Recogidas en el catálogo de Aledón 2005.
Se considera un diseño novedoso, por anverso y por reverso, lo que significó tener que elaborar cuños en un momento en el que lo más común fue emplear los que ya se disponían para salir del paso. Curiosamente fue un periodo muy rico en pruebas con diseños muy diferentes que jamás llegaron a adoptarse y que fueron ordenadas por el Gobierno con la finalidad de emitir fraccionario menor que la unidad para sanear un comercio que había regresado al trueque, intercambio y uso de monedas fiduciarias sin valor legal. La mayoría de estas pruebas puede verse que recuerdan, total o parcialmente, a alguna moneda preexistente; excepto nuestros 10 céntimos protagonistas; sin embargo no podemos simplemente desecharlos por no parecerse a ninguna otra, ¿acaso no deberíamos entonces rechazar los 25 céntimos alfonsinos de 1925 y 1927, por ejemplo?
10 céntimos en cobre, 1937. Prueba no adoptada realizada en la factoría C (Castellón) a partir de unos cuño elaborados en Madrid. Alcanzó un precio de 1500€ en la subasta Hispania.
Otro de los detalles es que muchos argumentan que no se sabe cuál es el anverso y cual el reverso, que el resto de numerario español de épocas próximas mantenía en el reverso valor y el escudo, reservando el anverso para la fecha y la cara del gobernante o alguna alegoría. De nuevo, se puede contraargumentar con la existencia de monedas ampliamente conocidas y que no cumplen éste estándar, tales como son los 5 céntimos y la peseta de 1937.
Lo que ya es más difícil explicar es la idea común de que fue una moneda circulante que, sin embargo, no se recuerda, ya no en regiones aisladas y rodeadas de las tropas nacionales, que sería comprensible, sino siquiera en localidades próximas a las localidades donde se establecieron las cecas de la época, lo cual sí es extraño. Junto con que tampoco exista decreto alguno para ella, aunque pudo haberse perfectamente perdido son, quizá, los dos argumentos más difíciles de rebatir y que más peso tienen para considerarla como una acuñación de fantasía.
No he tenido más remedio que modificar mis anteriores impresiones para declararme escéptico sobre ella, a la espera de nuevos datos, que probablemente nunca lleguen, con los que llegar a una conclusión más fundamentada. En definitiva, aunque tanto una como otra decisión pueden ser mantenidas con argumentos razonables, la historia que rodea a los 10 céntimos no deja de tener sus momentos oscuros.
Comentarios
Por mi parte el argumento de más peso que me hace dudar es que las primeras piezas que salieron a la luz fueron en los años 80 y que existen bastantes fantasías del gobierno de la república que se forjaron con posterioridad a la Guerra Civil.
No obstante, también es cierto que en algunos casos se ha demostrado la legitimidad de esas "fantasías".
Yo me reservo bastantes dudas con respecto a esta pieza.
saludos,
Adolfo
Pero como hay otras partes del blog que no puedo comentar, ya que no existe la opción, no me queda otra que robar un hueco a los comentarios de esta entrada para ser un poco critica.
Leyendo tu perfil("YO" en la columna lateral) por un lado tengo que decir que me gustó lo que pone, y por otro decirte... ¡Que tu vida, no son solo monedas! ;)
Muchas gracias, tus ánimos y buena crítica es para mí un espaldarazo para animarme a continuar en esta línea.
Para mí, curiosamente, el argumento que más me pesó fue la inexistencia de una orden de emisión y el gran número de copias realizado, si efectivamente fuera una prueba sería lógico esperar menor número, ¡no andaba el país para malgastar recursos, tiempo y fardando de moneda!
Yania:
Al menos comentaste peque :), y esas críticas me vendrán bien, que en cuestiones de diseño y tocar el html sabes que soy un perfecto negado!
Y por supuesto, mi vida no son sólo monedas, aunque me estoy planteando mandar el currículum a la FNMT y trabajar de ensayador :P
También soy escéptico respecto a esta supuesta moneda.
Que aparecieran en los 80 es muy sospechoso.
Pero el argumento de más fuerza en mi opinión es que no exista publicada una orden de acuñación de la moneda.
¿Prueba no adoptada? ¿Fantasía? En todo caso, difícil que fuera una moneda de curso legal.
Saludos
Toño
Ese es un argumento que para mí también es muy fuerte, aunque por otro lado tiene la debilidad de que muchos documentos republicanos fueron destruidos. Si lo unimos a lo que a mí me parece un número excesivo para ser una prueba y muy pocos para haber circulado de facto, creo que estamos más ante una fantasía que ante una prueba no adoptada, de las que en cambio se pueden ver en la entrada 5 que sí los fueron.
Saludos
Está en perfecto estado de conservación, la conseguí hará al menos 7 años.
El caso es que no sé cómo dilucidar si es verdadera o falsa. La cuestión es que en Youtube se producen varias ventas de reproducciones, como ésta:
http://cgi.ebay.es/10-CENTIMOS-1938-II-REPUBLICA-RARISIMA-/200550532145
Tú qué opinas?
Un saludo.
Mi opinión es que estas monedas compradas fuera de subastas o tiendas numismáticas que la acompañen de un certificado de autenticidad es prácticamente lo mismo que adquirir una falsificación/ reproducción.
Esta pieza, en un estado circulado se suele subastar por unos 2000€, y los chollos aquí no existen. Sería muy difícil, por no decir imposible, que alguien te la vendiera por menos de ese valor. Siempre existe la posibilidad de que desconozca su verdadero precio o sea un regalo; pero, a no ser que se conozca la historia que lleva asociada la moneda de forma fehaciente, yo sospecharía.
Las réplicas de ebay nunca han pasado por mi mano, aunque no te niego que me vi tentando a adquirir una, posteriormente pensé, ¿para qué? Indican que son de hierro, por lo que el truco del imán en este caso debe entenderse que si es cierto, debe quedarse pegado.
Detalles en los que me fijaría yo serían en el canto, observando la presencia de un filo resultado de la unión de los dos moldes, un diseño tosco o con otras proporciones comparado con una original (ver foto de este hilo) y, por supuesto, el metal; el hierro es un metal que se oxida de forma bastante rápida, por lo que una moneda que tiene 73 añitos como 73 soles debe presentar ese paso del tiempo en el metal.
Indicas que está en perfecto estado, con lo que el estado del hierro no te ayudaría, podrías echarle una mirada con lupa para ver posibles limados y estado del campo (un granulado es típico de las falsificaciones); aunque, en un estado perfecto, de ser verdadera, tendrías un tesoro si no fuese que me parece que el desembolso no fue acorde con el precio marcado.
Ya me contarás, perdona por haber tardado pero he tenido problemas con internet y mi primera respuesta, que pensé que estaba publicada, no llegó a cargar.
Un saludo
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